Se recomienda a la población española, cuyas viviendas lo permitan, la exposición sensata al sol, como mínimo en cara-cuello y extremidades.

NOTA DE PRENSA: se recomienda a la población española, cuyas viviendas lo permitan, la exposición sensata al sol, como mínimo en cara-cuello y extremidades.

En población no contagiada y en situación de distanciamiento social, no es necesario tomar suplementos de vitamina D para disminuir el riesgo de infección o para el tratamiento de COVID-19, si bien se debe incrementar el consumo de alimentos que sean fuente natural de vitamina D, como el pescado, huevos y alimentos fortificados en dicha vitamina como los lácteos.

En pacientes críticos con COVID-19 se recomienda la suplementación con vitamina D en los que se confirmen niveles séricos muy bajos de esta vitamina.

En cuanto la curva epidémica lo permita, incitamos a las autoridades a que valoren el establecimiento de medidas que permitan a la población el acceso a la exposición sensata al sol durante la práctica de actividad física, especialmente en niños y mayores de 65 años.

Mientras tanto, la población debe seguir las recomendaciones que se han establecido de quedarse confinados en sus hogares.

Pamplona, 04 de abril de 2020.

En el estado de alarma que vive el país, la Academia Española de Nutrición y Dietética (la Academia) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) han hecho públicas unas recomendaciones de alimentación y nutrición para la población española, a través de un documento de consenso basado en una revisión científica.

Este documento que se publicó el pasado 17 de marzo está siendo actualizado semanalmente a media que se conoce más investigación científica entorno al COVID-19. EL objetivo es generar información viva y dinámica con el fin de ayudar a la población española de combatir la pandemia de coronavirus que actualmente vive el país.

Con fecha de hoy, se publica una ampliación del documento que responde a la pregunta de si es necesario suplementar con Vitamina D a la población dado su confinamiento y falta de exposición solar.

Además, responde con evidencia ante los supuestos estudios que relacionan el consumo de vitamina D con la curación de personas contagiadas de COVID-19.

La postura de la Academia Española de Nutrición y Dietética y del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas es:

  • No se recomienda la suplementación sistemática a toda la población, pero sí en ciertos grupos.
  • Parece estar justificado realizar suplementación sistemática con vitamina D en niños de menos de 1 año de edad (recomendación idéntica sin confinamiento), pudiéndose optar a la suplementación materna posparto para bebés hasta los 6 meses de edad con lactancia materna exclusiva, o bien suplementación intermitente o diaria para bebés de hasta 12 meses de edad.
  • Parece estar justificado suplementar de forma sistemática con vitamina D a las embarazadas y mujeres que dan pecho.
  • Se recomienda a la población española, cuyas viviendas lo permitan, la exposición sensata al sol, como mínimo en cara-cuello y extremidades. La recomendación de “exposición sensata” variará en función de la región de España, del mes en que nos encontremos, y del tipo de piel, siendo especialmente de interés para la población infantil y en mayores de 65 años.
  • La población debería incrementar el consumo de alimentos que sean fuente natural de vitamina D, como el pescado, huevos y alimentos fortificados en dicha vitamina y de gran consumo entre la población, como los lácteos.
  • No parece estar justificada la suplementación sistemática con vitamina D para disminuir el riesgo de infección o para el tratamiento de COVID-19, con base en las pruebas indirectas disponibles.
  • Podría estar justificada la suplementación con vitamina D en los pacientes críticos con COVID-19 en los que se confirmen niveles séricos muy bajos de esta vitamina.
  • La asociación de niveles séricos bajos de vitamina D en pacientes críticos con COVID-19 debe interpretarse con cautela, pues toda la población en general tiene niveles bajos de esta vitamina, y especialmente las personas mayores, que son a su vez las más afectadas por COVID-19. Se debería empezar a medir los niveles séricos de vitamina D en pacientes críticos con COVID-19 para evaluar si estos niveles se correlacionan con el riesgo de necesidad de ventilación y con la mortalidad, comparando siempre con otros pacientes críticos que tengan niveles adecuados.
  • En cuanto la curva epidémica lo permita, incitamos a las autoridades a que valoren el establecimiento de medidas que permitan a la población el acceso a la exposición sensata al sol durante la práctica de actividad física, siendo especialmente de interés para la población infantil y en mayores de 65 años y siempre sopesando los riesgos y beneficios en la población de esta medida. Mientras tanto, la población debe seguir las recomendaciones que se han establecido de quedarse confinados en sus hogares.

Fuentes de vitamina D.

Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas afirma que «la síntesis cutánea de vitamina D a través de la exposición al sol, debería ser, sin lugar a duda y pese a los reconocidos efectos dañinos derivados de la sobreexposición solar, la principal fuente para conseguir los niveles de vitamina D adecuados para una salud óptima«.

Sin embargo, «parece que el estado de vitamina D de la población española es probablemente deficitaria en todo el territorio, incluyendo regiones que deberían tener exposición suficiente al sol, y podría ser especialmente insuficiente en invierno» comenta Alma Palau.

Entre las fuentes dietéticas de vitamina D, el pescado es la fuente natural que más contribuye a la ingesta de vitamina D en la población española (30% del aporte total), y según otras evaluaciones, además del pescado (congelados, frescos, en conserva, etc.), los huevos, quesos, lácteos y otros productos fortificados (buscar aquellos cuyo contenido en azúcares sea el más bajo posible), permitirá asegurar una ingesta adecuada y natural de vitamina D.

Distanciamiento social y otras medidas de aislamiento, impacto sobre la salud mental y el posible papel de la vitamina D.

Aunque hay evidencias indirectas que sugieren que las personas en aislamiento, como es el caso de los reclusos en centros penitenciarios, tienen peor estado de vitamina D, el nivel de restricción a la exposición solar, así como la escasa capacidad de elección de fuentes alimentarias de vitamina D en ese subgrupo de población, es diametralmente diferente a las del resto de la población.

Asimismo, cabe señalar que las medidas de confinamiento adoptadas por motivo de la decretación del estado de alarma han producido un aumento de las emociones negativas como ansiedad, depresión e indignación, así como síntomas de estrés postraumático, confusión e ira y sensibilidad hacia el riesgo social, a la vez que una disminución de las emociones positivas de felicidad y la satisfacción con la vida. Por otro lado, una alta proporción de profesionales sanitarios que atienden en estos días a pacientes con COVID19, también presentan problemas psicológicos como síntomas de depresión, ansiedad, insomnio y angustia.

Un metaanálisis sobre niveles de 25-hidroxivitamina D y depresión en personas mayores, concluye que los niveles séricos se relacionan inversamente con el riesgo de depresión en personas mayores, sin embargo, esta correlación, basada en estudios observacionales, podría explicarse porque las personas con depresión se exponen menos a la luz solar. Por otra parte, un metaanálisis de ensayos controlados aleatorizados en el que se evaluó la suplementación con vitamina D en estados depresivos, concluye que la vitamina D impactó favorablemente en el estado de depresión, pero con un tamaño de efecto pequeño , aunque los resultados deben ponerse en duda debido a la detección de un posible sesgo de publicación. Metaanálisis anteriores llegaron a las mismas conclusiones, suscitando, además, que se deben hacer estudios con personas con mayor grado de depresión y con niveles séricos bajos de vitamina D.

No se hallaron metaanálisis para el resto de las situaciones asociadas a la salud mental, y los ensayos controlados aleatorizados presentan resultados contradictorios y una amplia heterogeneidad en, por ejemplo, escalas utilizadas para evaluar las situaciones psicopatológicas, lo que requeriría de un análisis sistemático, más profundo y exhaustivo.

Vitamina D, riesgo de infecciones respiratorias y pacientes críticos con COVID-19: ¿una bala en la recámara?

Conforme al trabajo realizado, Alma Palau apunta a que «no existen estudios en los que se haya evaluado si la suplementación con vitamina D podría disminuir el riesgo de síndrome respiratorio agudo grave, ni en sujetos con COVID-19, MERS o SARS«.

Según evidencias indirectas de revisiones Cochrane, no se ha demostrado el beneficio de la administración de suplementos de vitamina D en la incidencia de neumonía o diarrea en niños menores de cinco años, tampoco como tratamiento coadyuvante de antibióticos en tratamiento de neumonía aguda en niños. Estas conclusiones contrastan con los resultados hallados en otros metaanálisis, en los que la suplementación con vitamina D en adultos sí tuvo efectos en la reducción del riesgo de padecer infecciones respiratorias agudas, especialmente entre aquellos que mostraron tener niveles séricos bajos.

Existen en consecuencia evidencias indirectas contradictorias acerca del papel que juega la suplementación con vitamina D en el riesgo y tratamiento de infecciones respiratorias.

En torno al COVID19, cabe mencionar la hipótesis que se baraja en la que se sugiere que el virus entra en las células humanas a través del receptor enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), modificando la función del sistema renina-angiotensina, siendo la vitamina D un regulador endocrino de este sistema, por lo que su papel podría no ser depreciable. En consecuencia, se sugiere que en pacientes críticos con COVID-19 se podrían evaluar sus niveles séricos de vitamina D y evaluar si existe correlación entre dichos niveles y los desenlaces, especialmente en la necesidad de ventilación y en su mortalidad .

Además de dicha hipótesis, han aparecido en medios de comunicación supuestos estudios en los que se correlaciona y corrobora la deficiencia de vitamina D en pacientes en estado grave con COVID-19. Sin embargo, la presidenta de los Nutricionistas Alma Palau denuncia que «no se han podido hallar y evaluar los estudios nombrados (no se ha podido acceder a dichos estudios), y tampoco parece extraño que en pacientes críticos con COVID-19 exista deficiencia de vitamina D, pues los niveles séricos de toda la población son bajos en general y muy bajos en personas mayores, las más afectadas por el COVID-19«.

Más información.

Para descargar el documento “Suplementación con Vitamina D durante el distanciamiento social por la crisis sanitaria del COVID19”:

https://academianutricionydietetica.org/NOTICIAS/VitaminaD-COVID19.pdf

Para descargar el documento de consenso de la Academia y del CGCODN “Recomendaciones de alimentación y nutrición para la población española ante la crisis sanitaria del COVID-19”:

https://academianutricionydietetica.org/NOTICIAS/alimentacioncoronavirus.pdf

Academia Española de Nutrición y Dietética: https://www.academianutricionydietetica.org/pro/

Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas: https://www.consejodietistasnutricionistas.com/

Atención a medios de comunicación.

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